Era se una
vez un gigante muy amable que tenía un gran castillo a miles de km de la ciudad a por cierto se llama Juan y vivía tranquilamente disfrutando de sus jardines. Un buen día le
mandaron de viaje a la ciudad para conocerla.
Tenía un
poco de miedo y no sabía lo que se iba a encontrar y vio que la gente le temía
mucho y al verle salían corriendo.
También
se dio cuenta que los habitantes eran
muy pequeños ,el era más alto que la mayoría de los edificios , además había muchos ruidos por lo que enseguida pensó que ese sitio no
le gustaba y que prefería la tranquilidad de su palacio. Por lo que decidió
regresar saco la brújula de la bolsa para no perderse en el camino.
Pasaron los
días y cuando vio la puerta del castillo bien ya estoy en casa.
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