Juanito Caedozo era un niño que estaba cayéndose siempre en todas partes porque era muy torpe y tenía miedo a que se riesen sus compañeros de él.
Todas las noches antes de irse a dormir le gustaba salir al parque porque no había nadie que se fijase en él. Una noche se encontró a su amigo Iván pero se escondió porque no quería que le viera, y volvió a casa nervioso. Cuando volvió, sus padres le notaron que llegó triste y entonces les explicó que le daba vergüenza que sus amigos se riesen de él, pero sus padres le dijeron: sabemos como no tendrás miedo a andar y será haciendo ejercicio.
Para salir de esta situación decidió hacer todos los días ejercicio.
Fue así como por fin consiguió superar sus miedos a andar, y ya no fue nunca más torpe.
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